Abasto Magazine

September 2010

Abasto Magazine - Guía indispensable para el empresario hispano con noticias de última hora, consejos y directorio empresarial

Issue link: https://www.ifoldsflip.com/i/15609

Contents of this Issue

Navigation

Page 32 of 65

Sabor tropical Aceite de coco: con su sutil sabor y larga vida de anaquel, el aceite de coco es excelente para cocinar y hornear todo tipo de alimentos. Y considerando que su punto de humeo es superior al del aceite de oliva, es mejor opción para salteados y asados/rostizados. [El punto de humeo es la temperatura a que una grasa o aceite se descompone en glicerol y el glicerol en acroleína, que da su color azulado al humo y causa irritación en ojos y garganta. En el punto de humeo la grasa o aceite pierde valor nutricional y ya sabe mal. Como freír al alto calor exige mucha temperatura, es preferible una grasa o aceite con un elevado punto de humeo] Mantequilla de coco: cremosa, dulzona y muy untable, la mantequilla de coco es magnífica para verduras, para asar/rostizar y para todo en lo que se usaría el equivalente lácteo. Harina de coco: hecha de carne de coco fresco molida, la harina de coco está libre de gluten, es alta en fibra y baja en carbohidratos, por lo que es menos probable que trastorne los niveles de glucosa de la sangre que las harinas de granos. Con algo más de agua o huevo se puede usar para galletas, muffins, pancakes y más. Leche de coco: ya no sólo para curries, la leche de coco es ideal con los cereales, como ablandadora y para hornear. Ahora se encuentra enlatada, así como en cartones en el refrigerador de lácteos de los súper. Agua de coco: es el claro líquido que se extrae directamente de los cocos verdes. A diferencia de la leche de coco no tiene calorías, grasa o azúcar añadido; se empaca con potasio, lo que la vuelve ideal como bebida después del ejercicio o como tónico o energi- zante. Yogurt de coco: checar la etiqueta, porque hay yogures de coco con abundante calcio, vitaminas B y bacterias buenas sin una gota de lácteos. Postres congelados de coco: gracias a la riqueza que se halla en el aceite y leche de coco quizá no recuerde que esos helados y golosinas congeladas están libres de lácteos. están libres de lácteos. que el cuerpo los almacene como grasa. Esto se debe a que no requieren digestión intestinal con enzimas pancreáticas y no se transportan en el cuerpo ligados a lipopro- teínas vía el sistema linfático, lo que quiere decir que pueden ser usados como energía directamente por las células del intestino y por el hígado. El aceite virgen de coco proporciona ácido oleico, deseable ácido graso omega-9 que se encuentra también en el aceite de oliva y no aumenta los riesgos cardiovascu- lares. El aceite de coco también contiene tanto ácido caprílico como láurico, que funcionan como antimicóticos (contra hongos), disuadiendo el crecimiento exclusivo de levaduras en el cuerpo, rebalanceando los organismos intestinales y fomentando el buen estado de los intestinos. Además de los beneficios recién apuntados, muchas de las leches, yogures y congelados de coco que ahora se expenden en el mercado proporcionan calcio, vitaminas B y flora benéfica, como hace la leche de vaca, pero son alternativas no lácteas. Incluso el agua de coco tiene mucho que ofrecer, por cuanto que es fuente de potasio, magnesio y calcio, con escasa sal y cero colesterol. Y con sólo unos 15 gramos de azúcar natural por porción constituye una refrescante y saludable alternativa a los refrescos, que tienen la misma cantidad de azúcares, aunque de ordinario de una forma procesada como jarabe de maíz de alta fructosa. Debido a que la mayor parte del coco procede de fuera de Estados Unidos, de lugares como Sri Lanka y Filipinas, es importante que posea certificación de orgánico. El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) certifica las frutas y verduras provenientes del exterior de acuerdo con la misma norma que las nacionales. Septiembre 2010 - 33

Articles in this issue

Archives of this issue

view archives of Abasto Magazine - September 2010