Abasto Magazine

May 2010

Abasto Magazine - Guía indispensable para el empresario hispano con noticias de última hora, consejos y directorio empresarial

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entre los hispanos, suele significar aculturados. Sylvia Meléndez-Klinger, dietista titulada que reside en Westmont, Illinois, es un buen ejemplo de hacia dónde se encaminan las cosas entre los hispanos, dada su actitud ante lo sustentable y los alimentos orgánicos. Meléndez-Klinger, puerto- rriqueña que pasó muchos años en México, se ha visto afectada en sus decisiones de compra por el cambio de actitud de su hija adolescente. “Acaba de iniciar la high school y lleva cuatro años de vegetariana”, explica. “Llega a casa y dice: ‘No me gusta esta leche’ o habla de cómo son criados los animales”. Meléndez-Klinger no ha obligado a su hija a comer carne, sino que más bien ha sido ella quien está modificando sus hábitos para adecuarse al creciente interés de su hija por los productos orgánicos sustentables. Si bien por ahora el mercado de lo orgánico continúa siendo un segmento relativamente pequeño, pues las compras de productos orgánicos son sólo un 3.5% de todas las ventas de alimentos en Estados Unidos, según la OTA, quizá a medida que más latinos de Estados Unidos aprendan de las condiciones bajo las que se produce lo que comen, muchos más comenzarán a exigir otro tipo de productos. Lo que no está claro es si, al igual que Meléndez-Klinger, estarán dispuestos a pagar el costo extra. Nueva corriente Para cuadrar su idea acerca del sistema de producción de alimentos sustentables, el agrónomo residente en Minnesota, Reginaldo Hasslet-Marroquín, explora las oportunidades de distribución y venta de sus productos agrícolas sustentables. Y José Herrera, restaurantero mexicano, que también vive en Minnesota, está listo para asociarse con él. Encontrar un restaurante orgánico o sustentable que ofrezca especialidades mexicanas o hispanas orgánicas en Estados Unidos sigue siendo relativamente raro. Restaurantes como Nopalito, de San Francisco, conocido por su cocina mexicana orgánica sustentable y que fabrica su propio chorizo, queso fresco, tortillas y pan caseros, y usa ingredien- tes orgánicos y sustentables, son más que raros. Estos tipos de establecimien- tos, no propiedad de latinos, suelen atender a una clientela distinta, la cual a menudo ni siquiera incluye latinos. Pero al asociarse con Hasslet-Marroquín, José Herrera pretende cambiar esta situación. o o des stados aro. an e sco, en- s en- ual . quín, Hasslet-Marroquín y Herrera tienen planes de abrir un nuevo restaurante, Plaza Morena Campestre. Herrera, que ya tiene cuatro restaurantes en Minnesota, compra productos sustentables de agricultores que los producen en la región para apoyar a la comunidad hispana local. Pero ha dudado de cambiar totalmente a En el nuevo restaurante, Herrera ve la oportunidad de elevar los estándares y comenzar a cambiar más desde un comienzo. Afirma que el nuevo establecimiento tendrá una atmósfera más elegante y el menú, preparado por chefs mexicanos, tendrá un nivel más elevado. En el nuevo restaurante Herrera ve la A Herrera le interesa servir productos orgánicos sustentables porque sabe que es productos orgánicos y sustentables en sus restaurantes porque muchos de los ingre- dientes orgánicos que requiere no se encuentran fácilmente y son caros. “Yo, en lo personal, no me puedo meter al 100% porque no puedo conseguir los productos”, afirma. “Además, el costo es alto y tendríamos que cobrar más altos precios, pero un restaurante mexicano no puede cobrar tanto porque el cliente espera que nuestra comida sea barata”. cobrar tanto porque el cliente espera que nuestra comida sea barata”. un mercado en crecimiento. Aparte esto, afirma que un beneficio importante de emplear productos sustentables es que tienen mejor sabor. “En México usamos el pollo orgánico, aunque no le llamamos así, y en un caldo, por ejemplo, sí se nota la diferencia”. En el proceso de estructurar el menú para el nuevo restaurante, que abrirá a finales del presente año, Herrera y Haslett-Marroquín coinciden en que la única manera de que los clientes paguen un precio más alto es explicarles con claridad los beneficios de los productos orgánicos sustentables. El plan, según Haslett-Mrroquín, es contar lo que ocurre en los campos y procurar que los clientes reflexionen sobre el origen de lo que comen, empezando un metro abajo del nivel del suelo. Dice que mucha de la gente que acude a comer a los restaurantes no piensa en estas cosas, pero con Herrera planea educar a sus parroquianos para que entien- dan que la comida sustentable es “tan buena que nunca será demasiado cara”, según lo expresa. presente coincide clientes explic los p El cont proc sobre empe suelo acude en estas educar a dan que que nun expresa “Hemos de crear una nueva percepción, nuevas expectativas, una nueva cultura de lo que es un restaurante latino o mexicano”, concluye Haslett-Marroquín. “No es un lugar de comida barata, sino un lugar de comida sana, entera y bien balanceada. Un lugar que conecta a los clientes con los agricultores que produjeron lo que van a comer”. 30 - Mayo 2010

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